El nuevo favorito de la agricultura recreativa: el huerto terapéutico hortícola

A menudo pensamos en las plantas como simples objetos o alimento, olvidando por completo que también son seres vivos. La vista, el sonido y el olor de las plantas pueden tener un profundo impacto en nuestras emociones. (Huang Shenglin, terapeuta hortícola taiwanés)

¿Qué es la terapia hortícola?

La horticultura terapéutica se originó en el Reino Unido. Ya en 1699, el inglés Leonardo Mecca documentó los efectos terapéuticos de la jardinería en su libro El jardín inglés: «En tu tiempo libre, cava un hoyo en el jardín, siéntate tranquilamente un rato y arranca las malas hierbas. Esto te mantendrá sano, tanto física como mentalmente. No hay otra buena manera de hacerlo».

Actualmente, la terapia hortícola incluye el diseño de jardines terapéuticos y actividades de terapia hortícola con contenido práctico, como producción de arte y manualidades, actividades grupales, caminatas y excursiones, plantación en interiores, plantación en exteriores, etc.

Entonces, ¿cuál es la diferencia entre esto y la interacción espontánea de las personas con la vegetación y la naturaleza? Fundamentalmente, los pacientes que se someten a este tipo de terapia no realizan actividades de jardinería por iniciativa propia, sino que deben contar con la guía de un terapeuta hortícola. Este diagnostica al paciente, selecciona plantas y prácticas de jardinería adaptadas a cada caso y realiza una evaluación posterior al tratamiento.

Creando un jardín de terapia hortícola

La clave para implementar la terapia hortícola reside en un jardín de terapia hortícola bien establecido. Estos jardines pueden ser independientes o áreas dedicadas. Los parques agrícolas recreativos generalmente emplean este último enfoque.

Los jardines de terapia hortícola incluyen principalmente jardines aromáticos, jardines de color, bancales de cultivo, plantación de cestas colgantes y otras actividades. A través del color, la fragancia, la textura y el sonido del agua, estos jardines estimulan los sentidos, permitiendo a las personas experimentar la belleza de la naturaleza, aliviar el estrés, calmar las emociones y ejercitar el cuerpo. Los jardines ofrecen la alegría y la sensación de logro de la participación personal, logrando en última instancia beneficios terapéuticos y de rehabilitación tanto para la mente como para el cuerpo.

Los métodos específicos se basan principalmente en la creación desde dos vertientes: área de exposición y área de experiencia de actividades:

1. Área de exposición

Con el tema "Personas y Plantas", las exhibiciones presentarán plantas que brindan placer a los cinco sentidos y explicarán sus beneficios terapéuticos. Por ejemplo, se establecerá un jardín dedicado a la terapia hortícola dentro del área recreativa forestal. Se presentarán pequeños árboles nanmu como planta destacada, con parterres tridimensionales con especies de nanmu pequeñas, parterres mixtos con otras plantas y parterres con enredaderas. Además, la teoría de los Cinco Elementos puede utilizarse para guiar el diseño, creando parterres coloridos que estimulen los cinco sentidos, parterres táctiles, parterres acústicos y parterres aromáticos y sabrosos.

2. Área de Experiencia de Actividades

El área de actividades permite a los visitantes aprender y dominar los métodos y técnicas prácticas de la terapia hortícola mediante la práctica. Esta área cuenta con parterres, quirófanos, pasillos de descanso y cocinas al aire libre para uso práctico.

El área de actividades cuenta con espacios públicos dedicados a la orientación de los instructores, espacios semiprivados para socializar y espacios privados para actividades independientes. En el área de recolección de fruta, todos pueden participar juntos en la actividad y luego reunirse para degustar y compartir su trabajo, compartir sus ideas y experiencias, y aumentar su satisfacción y logro.

Cuatro etapas de la terapia hortícola

Huang Shenglin, el primer terapeuta hortícola de Taiwán certificado en Estados Unidos, resumió la terapia hortícola en cuatro etapas:

La primera etapa es alejar al sanador del entorno doloroso en el que se encontraba y permitirle comunicarse con las plantas y flores del jardín curativo;

La segunda etapa es permitir a las personas sumergirse en la naturaleza, tener contacto cercano con las plantas y redescubrir la conexión entre ellos mismos y la naturaleza;

La tercera etapa es permitir que las personas activen su poder de autocuración interior a través de la observación y la plantación de plantas, y comiencen a enfrentar verdaderamente los problemas que encuentran;

Finalmente, alcanzarás un estadio más profundo de conciencia, momento en el que alcanzarás el estado de “armonía entre el hombre y la naturaleza” y recuperarás el sentimiento de felicidad.

Jardín de terapia hortícola especializado

Teniendo en cuenta las necesidades y características de los diferentes grupos de personas, se pueden diseñar distintos tipos de jardines de terapia hortícola:

1. Dejemos que los niños den rienda suelta a su naturaleza.

Los niños reaccionan a su entorno de forma más directa y activa que los adultos. Los colores vibrantes y las formas interesantes les resultan muy atractivos. El diseño del espacio debe ser adecuado para niños, teniendo en cuenta su visión reducida y movilidad. Los espacios de actividades deben dividirse según la edad, los intereses y los rasgos de personalidad de los niños. Los niños más pequeños disfrutan de juegos como dibujar y escalar, mientras que los mayores pueden participar en actividades como la carpintería y los juegos de pelota. Los niños extrovertidos disfrutan de reunirse en espacios abiertos para jugar juntos, mientras que los más introvertidos prefieren reunirse en zonas pequeñas y apartadas. Al elegir plantas, evite aquellas con bayas venenosas, espinosas, viscosas o que manchan. Concéntrese en la jugabilidad de las plantas, ofreciendo oportunidades para que los niños trepen, se cuelguen y se escondan, entre otras actividades. Recoger bayas y explorar las texturas y fragancias de las plantas estimulará la imaginación de los niños y mejorará su aprendizaje.

2. Permitir que los mayores disfruten de sus últimos años

A medida que las personas envejecen, experimentan diversos cambios fisiológicos, como atrofia muscular, disminución de la fuerza, contracción de los tejidos y disminución de la flexibilidad. Los jardines de rehabilitación para personas mayores deben estar completamente equipados con instalaciones adaptadas a las personas mayores, incluyendo acceso sin barreras y centros de atención para personas mayores. El espacio debe estar diseñado para dar cabida a las aficiones habituales de las personas mayores, como la jardinería, el ajedrez y los juegos de cartas, el baile, los ejercicios matutinos y la socialización. Los senderos circulares sencillos y la señalización clara pueden evitar que las personas mayores con deterioro intelectual y de memoria se pierdan. Las aceras deben construirse con materiales antideslizantes y no reflectantes para prevenir caídas.  

3. Permitir que las personas con discapacidad compensen sus deficiencias

Mediante un diseño adecuado, las personas con discapacidad pueden disfrutar de la jardinería. Por ejemplo, el Parque Minamata en Kyushu, Japón, anima a las personas con discapacidad intelectual a cultivar y cuidar plantas dentro del parque. También han habilitado un área dedicada a fomentar la plantación de fresas. Las fresas cosechadas se distribuyen posteriormente a residencias de ancianos e instituciones de bienestar cercanas. Este apoyo y reconocimiento por parte de las personas mayores y los niños les brinda mayor confianza para integrarse en la sociedad.

4. Restaurar la salud del paciente.

Un entorno tranquilo y cómodo favorece la recuperación. Por ejemplo, el jardín de meditación del Centro Oncológico del Hospital General de Marin, en California, ofrece una variedad de plantas medicinales para el tratamiento del cáncer, y folletos educan a los pacientes sobre el papel de las plantas en la recuperación. El jardín curativo del Centro de Quemados de Portland, en Oregón, EE. UU., aborda la fragilidad y las frecuentes lesiones en las piernas de los pacientes con quemaduras. El jardín cuenta con senderos de hormigón, algunos con pendiente y pasamanos, para ayudar a los pacientes a aprender a caminar de nuevo.

5. Ayudar a quienes han cometido errores a reencontrarse consigo mismos.

El establecimiento de granjas y la implementación de la horticultura en prisiones y centros de detención juvenil pueden contribuir a la educación espiritual y la formación profesional de los infractores. La Prisión de Granjeros, en el norte de Grecia, es la primera granja orgánica certificada de la Unión Europea. Desde la implementación de la horticultura en 1934, ningún infractor ha escapado. A través de la horticultura, los infractores recuperan su autoestima, lo que les ayuda significativamente a comenzar una nueva vida y a encontrar empleo tras su liberación.

La construcción de un jardín de terapia hortícola requiere un diseño basado en el mecanismo terapéutico y la población específica. Tras considerar a fondo la condición física y psicológica del paciente y sus necesidades de tratamiento, se deben utilizar integralmente diversos factores ambientales para potenciar la estimulación positiva de los sentidos. Mediante diversas actividades hortícolas y el diseño del lugar, se puede estimular la mente y el cuerpo del paciente. En resumen, la terapia hortícola dirigida puede lograr mejores resultados.

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