El arreglo floral es la práctica espiritual más elevada.

Hay un tipo de arte silencioso que utiliza el lenguaje silencioso para contar el esplendor y la sencillez de la vida, y ese es el arreglo floral. Observar los cambios con calma es una especie de habilidad; dejar que la naturaleza siga su curso es una especie de felicidad.

Quienes hacen arreglos florales siempre parecen tener una magia que atrae a la gente sin querer. Cada gesto y sonrisa que hacen brillar su amor por la vida y su búsqueda constante de la belleza.

Quien pueda arreglar flores de manera tan perfecta debe tener suficiente paciencia.

No son impacientes y están dispuestos a tomarse el tiempo para esperar que una flor florezca y observar cuidadosamente el crecimiento de cada hoja. Este tipo de paciencia no se refiere sólo al trato con las flores y las plantas, sino también a la actitud ante la vida.

Las personas que aman los arreglos florales suelen ser personas conocedoras y reservadas.

Les gusta leer, son buenos para extraer sabiduría de los libros y enriquecen constantemente su mundo interior. Siempre hay una elegancia y tranquilidad en su conversación, que es la belleza acumulada a lo largo de los años.

Quienes aman los arreglos florales se preocupan por la calidad de vida. Siempre mantienen sus hogares limpios e impecables.

Saben disfrutar de la vida y encontrar poesía y distancia en los días cotidianos.

Los arreglos florales siempre les aportan inspiración y creatividad sin fin.

Ya sea una rosa en flor o una hoja amarilla marchita, puede transformarse en una obra de arte en sus manos. Como resultado, sus vidas se han vuelto más coloridas.

Las personas que aman los arreglos florales son particularmente bondadosas.

Creen en la retribución del bien y del mal, y en el ciclo de causa y efecto. Por lo tanto, siempre tratan a las personas y las cosas que les rodean con un corazón amable, y usan su amabilidad para calentar el mundo.

Su tolerancia no es una debilidad sino una elección.

Entienden que ser tolerante con los demás es ser tolerante con uno mismo, y dejar ir a los demás es dejar ir a uno mismo. Por eso, siempre afrontan las decepciones de la vida con un corazón inclusivo.

Las personas que aman los arreglos florales a veces optan por estar confundidas, pero en realidad no están confundidas.

Saben que hay cosas por las que no se puede luchar y otras que no se pueden forzar. Por lo tanto, eligen seguir la corriente y tomar las cosas como vienen. Este tipo de confusión es en realidad un tipo de sabiduría que parece tontamente grande.

Eligen una vida sencilla, no porque no deseen la prosperidad. Entienden que la fama, la riqueza y el poder son fugaces y que sólo la paz interior y la satisfacción son la verdadera felicidad.

Por lo tanto, están dispuestos a encontrar el verdadero significado de la vida en lo cotidiano y disfrutar de la paz y la tranquilidad.

Las personas que aman los arreglos florales son como una brizna de hierba que guarda en silencio su propio pedazo de tierra pura.

No son impresionantes ni ostentosos, pero pueden mantenerse fieles a sus creencias y objetivos a pesar del viento y la lluvia. Su existencia es un hermoso símbolo.

En resumen, las personas que aman los arreglos florales tienen un encanto y un temperamento únicos.

Son cuidadosos, pacientes, amables, tolerantes, tranquilos y serenos... Interpretan la belleza y la felicidad de la vida a su manera. Si tienes a alguien cerca que ama los arreglos florales, ¡cuídalo!


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