6 tipos de enredaderas fáciles de cultivar. Con solo una, podrás crear un mar de flores.

Las glicinas, buganvillas y otras plantas trepadoras son muy adaptables y requieren un cuidado sencillo y extenso. Pueden trepar por todo el muro del patio en pocos años. Cuando florecen, lo hacen en racimos, formando fácilmente un mar de flores. Cultivadas en casa, son ideales para plantar en balcones y patios, decorando paredes, balcones, cercas, etc., con un toque natural. ¿Cuáles son algunas plantas trepadoras fáciles de cultivar en casa?

1. Enredadera trompeta
La enredadera trompeta tiene una gran adaptabilidad y las plantas adultas no requieren mucho cuidado. Suelen florecer de julio a octubre.
Puntos de mantenimiento:
Luz: Prefiere un ambiente con abundante luz solar y también tolera la semisombra. Sin embargo, las plantas cultivadas en semisombra tienen menos flores y más claras. Debe colocarse en un patio o balcón bien ventilado y soleado siempre que sea posible.
Temperatura: Prefiere ambientes cálidos, siendo la temperatura ideal para su crecimiento de 20 a 25 °C. Soporta temperaturas superiores a 30 °C en verano, pero debe protegerse del frío en invierno.
Suelo: Se prefiere un suelo ácido, fértil y bien drenado, con cierta tolerancia a la sal y a los álcalis. Puede mezclarse con mantillo de hojas y tierra de jardín.
Riego: Presta atención al riego de las plántulas y no dejes que se sequen. Riégalas con frecuencia durante la temporada de crecimiento y mantén la tierra húmeda, pero no encharcada. Desde finales de otoño hasta la primavera siguiente, antes de la brotación, es mejor mantener la tierra ligeramente seca y húmeda.
Fertilización: Aplique fertilizante líquido compuesto principalmente de nitrógeno una o dos veces al mes después de la germinación en primavera y aplique fertilizante compuesto o compost antes de la floración. Aclare las flores a tiempo después de la brotación en verano y aplique una o dos veces fertilizante líquido de fósforo y potasio. No aplique fertilizante en invierno.

2. Venus
La gloria de la mañana es fácil de cuidar. Basta con regarla y fertilizarla adecuadamente, y evitar las bajas temperaturas en invierno para que florezca abundantemente. Sus flores desprenden un aroma fragante de julio a septiembre todos los años.
Puntos de mantenimiento:
Luz: Es originaria de regiones tropicales y requiere buena luz solar. Le gustan los veranos soleados. La falta de luz solar puede provocar un crecimiento deficiente y una floración reducida.

Temperatura: La temperatura óptima para su crecimiento es de 20 a 30 °C. El verano es su período de máximo crecimiento. Tras la llegada del invierno, su potencial de crecimiento disminuye y se marchita lentamente hasta morir. Suelo: Los requisitos de suelo no son estrictos. Se prefiere franco o franco arenoso. Requiere buen drenaje y buena permeabilidad.
Riego: Riegue abundantemente al plantar y a su debido tiempo. Riegue una vez por semana, pero asegúrese de no dejar que el agua se acumule, ya que las raíces se pudrirán e incluso la planta morirá. En verano, si la temperatura es alta, riegue una vez por la mañana y otra por la noche, evitando la sequedad excesiva.
Fertilización: Ya sea en tierra o en maceta, se requiere suficiente fertilizante de base durante la siembra. El rábano en maceta puede cubrirse con fertilizante líquido una vez al mes, y el rábano plantado al aire libre puede cubrirse con fertilizante líquido una o dos veces antes de la floración.

3. Gloria de la mañana
Cultivar la gloria de la mañana es muy fácil. Basta con esparcir un puñado de semillas y florecerá.
Puntos de mantenimiento:
Luz: Prefiere un ambiente soleado, abre por la mañana y cierra por la tarde. Solo puede florecer abundante y hermosamente si se mantiene en un lugar soleado. La luz insuficiente provocará un crecimiento deficiente y pocas flores pequeñas.
Temperatura: Puede soportar altas temperaturas y calor extremo, pero no es resistente al frío. La temperatura más adecuada para su crecimiento es de 22 a 34 °C.
Suelo: Se prefiere un suelo ácido, aunque también tolera suelos salino-alcalinos. Se puede mezclar a la mitad tierra de cultivo común y tierra arenosa simple.
Riego: Es relativamente resistente a la sequía. Debe regarse abundantemente al plantarla y posteriormente a su debido tiempo. Durante la temporada de crecimiento, se puede regar cuando la superficie de la tierra de la maceta esté ligeramente seca. El riego no debe ser excesivo. Recuerde no permitir que el agua se acumule, ya que las raíces se pudrirán.
Fertilización: Se requiere suficiente fertilizante de base durante la plantación. Se puede aplicar fertilizante líquido cada quince días durante el período de crecimiento, pero tenga cuidado de no aplicar demasiado fertilizante nitrogenado, ya que los tallos y las hojas crecerán demasiado, lo que afectará la floración. Se debe suspender la fertilización durante el período de latencia.

4. Buganvilla
La buganvilla crece rápido, tiene un sistema radicular bien desarrollado, es resistente a la sequía, a suelos áridos y alcalinos, y tiene una gran adaptabilidad. Siempre que se mantenga suficiente luz y la cantidad adecuada de fertilizante y agua, es especialmente adecuada para quienes prefieren no cultivarla.
Puntos de mantenimiento:
Luz: Es una flor positiva que prefiere la luz. Necesita un ambiente de crecimiento con suficiente luz y buena ventilación. De 8 a 12 horas de luz al día pueden favorecer el crecimiento de flores abundantes y coloridas.
Temperatura: La temperatura ideal para su crecimiento es de 13 a 30 °C. Soporta temperaturas de hasta 35 °C en verano. En invierno, la temperatura no debe ser inferior a 5 °C, ya que de lo contrario, la planta perderá hojas.
Suelo: No es muy exigente con el suelo. Es resistente a la esterilidad y a los álcalis. Puede cultivarse con humus, tierra de jardín y suelo arenoso. Riego: No tolera el encharcamiento. Al regar, siga el principio de "no regar a menos que el suelo esté seco y riegue abundantemente". Un riego insuficiente o excesivo puede provocar la caída de las hojas. Reduzca la cantidad de agua después del otoño.
Fertilización: Durante la temporada de crecimiento, de abril a julio, se puede aplicar fertilizante líquido cada 7 a 10 días. Los fertilizantes pueden ser torta de frijol descompuesta, agua de torta de colza o agua de heces humanas, etc. A partir de agosto, cuando comienzan a formarse las yemas, se deben aplicar fertilizantes compuestos principalmente de fósforo cada 10 días, y se debe aplicar un abono de cobertura después de cada floración.

5. Fujimoto Tsuki
Los rosales trepadores poseen un sistema radicular bien desarrollado, gran resistencia, rápida brotación de ramas, crecimiento vigoroso y gran resistencia a las enfermedades. Su manejo es relativamente extensivo, con solo prestar atención al fertilizante y al riego. Además, son resistentes a la poda, presentan flores de diversas formas y algunas variedades florecen durante todo el año.
Puntos de mantenimiento:
Luz: Le gusta bastante el sol y requiere más de 6 horas de sol al día, pero demasiada luz solar directa no es buena para el desarrollo de los botones florales.
Temperatura: Le gusta el calor; la temperatura ideal es de 15 a 25 °C durante el día y de 10 a 15 °C por la noche. Necesita sombra en pleno verano y soporta temperaturas inferiores a -10 °C.
Suelo: Los requisitos de suelo no son estrictos, pero se prefiere un suelo franco arenoso suelto, fértil y ligeramente ácido con buena permeabilidad al aire y buen drenaje. Puede mezclarse con turba, arena y perlita.
Riego: Riegue la planta abundantemente después de plantarla. Evite el encharcamiento en la época de lluvias y riéguela por la tarde en verano. Mantenga la tierra húmeda durante la etapa de brotes para evitar la caída prematura de los mismos por sequedad. Mantenga la tierra ligeramente húmeda después de que las flores se marchiten. No riegue la planta a menos que esté seca.
Fertilización: Aplique fertilizante líquido orgánico o fertilizante compuesto cada 7 a 10 días durante el período de crecimiento. Tras la brotación, rocíe fosfato monopotásico una vez. No aplique fertilizante durante el período de latencia invernal (excepto en zonas costeras).

6. Glicina
La glicina es muy adaptable y tolera tanto el calor como el frío. Se cultiva de norte a sur. Para plantas más grandes, se puede instalar un enrejado resistente y duradero antes de plantar, y se pueden atar ramas gruesas al enrejado para facilitar su crecimiento. En el caso de las variedades enanas en maceta, se debe intensificar la poda y el pinzado durante el cultivo para controlar el crecimiento.
Luz: Le gusta la luz solar y requiere un entorno de crecimiento soleado. La mayoría de las variedades son de día largo y toleran mejor la sombra.
Temperatura: La temperatura ideal para su crecimiento es de 15 a 25 °C. Soporta temperaturas de hasta 30 °C en verano, y la temperatura ambiente en invierno no debe ser inferior a 5 °C.
Suelo: Se prefiere un suelo grueso, suelto y bien drenado, pero también tolera suelos pobres.
Riego: Prefiere un ambiente húmedo y tiene una gran tolerancia a la sequía. La glicina plantada en el suelo puede regarse cuando el clima es particularmente seco, y la glicina en maceta puede regarse cuando el clima es seco, pero no en exceso, ya que las raíces se pudrirán.
Fertilización: Se pueden aplicar fertilizantes nitrogenados y superfosfato antes de la germinación, y fertilizantes compuestos de 2 a 3 veces durante el crecimiento. Los fertilizantes compuestos principalmente de fósforo y potasio se pueden aplicar una vez antes de la floración, y no se debe aplicar ningún fertilizante durante la floración.
Eso es todo por hoy. Si quieres saber más sobre flores y técnicas de cultivo, ¡sígueme!